Camino a la paz
Por qué meditar La meditación aquieta la mente y crea un profundo descanso y curación en el cuerpo, mente y espíritu. La meditación es en realidad muy amenazante para el ego y para ese estado tan ocupado de la mente que la mayoría de nosotros experimentamos en nuestra vida diaria. Por lo tanto se requiere un esfuerzo, especialmente en los principiantes, para establecer una práctica de meditación regular. En nuestra cultura somos adictos a mantener la mente en un estado de “muye ocupada” y ni siquiera sabemos que tenemos la elección de tranquilizarla. El estrés es un hábito de la mente condicionada y es un hábito que puede cambiar con el tiempo si se tiene el deseo y la dedicación. La meditación es una de las maneras de cambiar los hábitos de nuestra mente.
La meditación es un gran entrenamiento para la práctica de la Presencia. Permanecer en el momento presente nos permite liberar nuestros pensamientos sobre el pasado y dejar de preocuparnos por el futuro. Pero sobre todo, estando en el presente podemos ser conscientes de lo asombroso que es estar vivos en este universo, de la inmensa belleza que nos rodea. Por lo tanto, aprender a permanecer en el presente a través de una práctica de la meditación es un gran regalo.
Para entender lo que estamos haciendo cuando meditamos nos ayuda conocer algo sobre nuestro cerebro. La actividad del cerebro puede registrarse en un electroencefalograma. Se colocan electrodos en el cráneo para registrar las frecuencias eléctricas en el tejido neurológico del cerebro mientras el individuo está involucrado en diversas actividades. Los diferentes estados de actividad del cerebro se han denominado según la frecuencia de onda: Beta, Alfa, Theta y Delta.
BETA: durante las actividades diarias normales, el funcionamiento del cerebro
está en una frecuencia Beta. Es la frecuencia en la que estamos “muy ocupados”, donde hay poco espacio para la creatividad y la relajación. En este estado, somos eficientes y muy activos. El hacer varias cosas a la vez es una norma cuando estamos en la frecuencia Beta. Por ejemplo cuando vamos en coche al trabajo, cuando bebemos café, escuchamos la radio y hablamos por teléfono al mismo tiempo. Todo eso podemos hacer con mayor o menor eficiencia cuando estamos en este estado. ALFA: Al sentarnos, tumbarnos y relajarnos o centrar nuestra atención en un solo punto de enfoque o en una sola actividad, nuestro cerebro cambia a un estado alfa, que es un estado de actividad en que las ondas cerebrales disminuyen su frecuencia. Este es el estado en el que somos capaces de concentrarnos, visualizar y crear una intención. THETA: Cuando dormimos, y soñamos nos hundimos aún más en este patrón de relajación hasta llegar a lo que se conoce como el estado Theta. Theta es un estado del cerebro donde está relajado y muy creativo y podemos accesarlo durante nuestra práctica de meditación. El secreto está en hacerlo sin dormirnos. Los niños pequeños viven en un estado de ondas cerebrales theta. Muchos artistas y creadores entran a este estado cuando están inspirados y las grandes obras se producen en este estado del cerebro cuando el creador conectar con lo que podemos llamar la Mente Universal. DELTA: Cuando caemos en un sueño profundo, alcanzamos el estado Delta, la más lenta de las cuatro frecuencias de la actividad de ondas cerebrales. Es en este estado que la curación y el rejuvenecimiento ocurren. Es aquí, en Delta , donde nos comunicamos con la mente inconsciente y podemos entrar al estado conocido como Conciencia de Unidad, donde no nos sentimos separados de todo lo que existe. En este estado no hay un "yo" que lo experimente ya que se fusiona con Unidad. Los recién nacidos residen en Delta durante muchos meses.
Durante la meditación, nuestras ondas cerebrales se hacen más lentas y pasan de la frecuencia Beta a Alfa . Con el tiempo, a medida que la práctica se hace mas profunda, a Theta y Delta. Los principiantes se dan cuenta que a menudo se quedan dormidos cuando están aprendiendo a meditar. La razón por la que esto sucede es que cuando llegamos a Theta, nuestros cuerpos están acostumbrados a dormirse. No es ninguna sorpresa que el cuerpo tiende a quedarse dormido por la fuerza de la costumbre. Esto podría incluso considerarse como una buena señal ya que alcanzamos frecuencias más bajas. Pero a través de la práctica y disciplina vamos a poder residir en el estado theta sin quedarnos dormidos. Esta es una de las razones principales por la que los maestros recomiendan una postura donde la espalda esté derecha al aprender a meditar.
El objetivo de la meditación es balancear la actividad de los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro y ser capaz de disminuir su actividad a una frecuencia theta o incluso Delta. Es aquí, en los estados de baja frecuencia que comenzamos a experimentar la sanación y los beneficios de una práctica de meditación regular.
BENEFICIOS DE UNA PRÁCTICA DIARIA Convertirse en el testigo
Los bebés nacen sin ningún sentido de la separación. Sus cerebros residen en el Delta. Ellos han sido uno con su mamá por nueve meses y ese sentido de conexión se prolonga durante gran parte del primer año de vida. Cuando los niños crecen y se desarrollan, poco a poco toman conciencia de sus cuerpos. Su foco de atención se desplaza hacia afuera y comienzan a pasar a un estado de frecuencia theta. Durante mucho tiempo los niños están fascinados por el mundo exterior y su relación física con él. A medida que crecen, comienzan a experimentar pensamientos y sentimientos y se vuelven cada vez más conscientes de su mundo interior y se identifican con las creencias que habitan en ese mundo. Hasta la edad de seis años, el estado del cerebro de los niños está básicamente en las frecuencias Theta y Delta. En estos estados, no hay discernimiento o discriminación de lo observado o escuchado.
En Theta y Delta todo lo que experimentamos es experimentado como real y verdadero. Es por eso que los patrones de pensamiento que se desarrollan en estas primeras etapas de la vida se van estructurando hasta convertirse en una realidad. Lenta pero firmemente, los niños se identifican con una serie de pensamientos y sentimientos que han sido impresos en ellos a partir de fuentes externas: Yo soy inteligente ... Yo no soy lo suficientemente inteligente ... Soy digno de amor ... yo no soy digno de ser amado ... estoy solo ... no voy a lograrlo….
Estos pensamientos son los visitantes más frecuentes en el mundo de la mente y permanecen con nosotros, de manera indeleble, a lo largo de toda nuestra vida. Estas creencias y condicionamientos van formando una identidad equivocada acerca de nosotros mismos …acerca de "¿Quién soy " y sabotean nuestro auténtico ser y la manera en que nos relacionamos con el mundo.
Durante la meditación, trabajamos con nuestros pensamientos, reconociéndolos como impermanentes, y, posiblemente, a muchos de ellos como no verdaderos. Al hacer esto, empezamos a notar los patrones de pensamiento que hemos creído que eran nuestra realidad. Cuando cambiamos la perspectiva y nos convertimos en los observadores de nuestros pensamientos, estamos en el camino a dejar de identificarnos con ellos. A medida que somos capaces de hacer esto, comenzamos a identificarnos con la parte de nosotros mismos que es el testigo de los pensamientos y de las emociones y no permitimos que estos pensamientos y emociones se hagan cargo de nuestro sentido del yo. Este aspecto del ser se conoce como el Testigo o el Ser Superior.
A medida que trabajamos más con el Testigo la identificación con los pensamientos y sentimientos se cae por cuenta propia, y se crea el espacio para una versión más sabia y pacífica del Verdadero Yo.
Darse cuenta de que no somos estos pensamientos y sentimientos es muy liberador. Nos volvemos conscientes de que los pensamientos y sentimientos están de paso en el campo mental y pueden ser disueltos tan pronto como llegan. Esta nueva manera de ser nos puede liberar de muchas de las ideas delirantes que controlan nuestros patrones de pensamiento a diario. El Testigo está mucho más cerca de nuestra verdadera identidad y es totalmente capaz de crear nuevos patrones de pensamiento para reemplazar los antiguos que ya no nos sirven.
No juzgar Permitir que los pensamientos vayan y vengan sin actuar sobre ellos o responder ante ellos crea el hábito de no juzgar. Una vez que aprendemos a no juzgar a nuestros pensamientos, Nos volvernos más amables con nosotros mismos y la bondad hacia uno mismo es la precursora y un requisito previo para la bondad y la compasión hacia los demás. Su Santidad el Dalai Lama ha dicho: "Mi única religión es la bondad. El no-juicio y la bondad hacia nosotros mismos lleva al no-juicio y la bondad hacia los demás.”
Ser amable contigo mismo, ser paciente y permitirte ser menos perfecto, es el primer paso para una vida llena de amor compasivo.
La paz interior En la “Mente Clara y Transparente” que surge de la práctica de la meditación, la paz es una realidad permanente. Debido a que parece suceder casi sin esfuerzo no debemos insistir en "tratar" de que la paz ocurra. El enojo, la ansiedad, las sensaciones de malestar y otras formas de agitación mental serán cada vez más obvias y aparentes a medida que surgen en nuestro campo mental y con el tiempo nos damos cuenta de que son simplemente falsas ilusiones que se pueden observar y liberar. El perdón y la compasión se vuelven más familiares al no juzgar nuestra forma natural de pensar. La paz interior comienza a habitar en nosotros y vamos descubriendo un mundo más amable y bello con nuevos ojos. Cuando se aprende a vivir en este estado de paz, el amor y el perdón que experimentamos se extienden para llevar paz en al mundo. Quizás esta paz no la alcanzarás a percibir alrededor del mundo durante el lapso que dure tu vida, pero sin duda se convertirá en una parte fundamental en tu propio mundo y se transmitirá fácilmente hacia los que te rodean.
La paz es posible en nuestro mundo. Todo comienza en casa, en ese potencial puro que reside tu Mente Clara y tu Corazón abierto
Creatividad Es en el estado theta que tu cerebro es más creativo. Solo detente a considerar las posibilidades creativas de tus sueños y sus resultados fascinantes. Estar despiertos en este estado theta nos permite acceder a la energía creativa de la mente y aprovechar el tesoro de nuevos pensamientos que rara vez aparecen cuando el cerebro está en su estado normal de “muy ocupado” o en la frecuencia Beta. Recuerda un "¡Ajá!" ese momento en el que de repente viste la respuesta a un problema con el que habías luchado durante mucho tiempo. En realidad, ese es un momento en que tu mente estaba relajada en la frecuencia Theta.
Cuanto más meditamos, más experimentamos esos momentos únicos, los más creativos que podamos llegar a tener, y más fácilmente conectaremos con la inspiración divina que nos lleva a manifestar el propósito de nuestra vida. Los patrones de pensamiento Theta son los que están más estrechamente alineados con el destino y el propósito de tu alma.
Rejuvenecimiento
Sabemos que el cuerpo necesita el sueño profundo para restaurarse y regenerarse. Sabemos que los adolescentes necesitan dormir mucho más durante la fase de rápido crecimiento que define la pubertad. Estamos empezando a ver que cuando se privan de dormir lo suficiente, estas mentes jóvenes no pueden desarrollarse normalmente.
Es el acceso a los estados Theta y Delta, lo que permite el crecimiento en los jóvenes, así como la regeneración celular y la curación en los adultos.
Nunca es una buena idea privar a nadie del sueño, pero muchos meditadores han encontrado que la necesidad de dormir disminuye cuando mantienen una práctica de meditación regular. Las endorfinas, "hormonas de la felicidad" se liberan durante la meditación. Las endorfinas son las sustancias que crean estado de gozo y ausencia de dolor cuando se adhieren a ciertos receptores en el cerebro. Cuando las endorfinas se incrementan, los niveles de hidrocortisonas disminuyen, en especial el cortisol que es una sustancia secretada por las glándulas adrenales en respuesta al estrés y que causa inflamación y daño a los tejidos. El cortisol también es responsable del aumento de los niveles de azúcar en la sangre y los depósitos de grasa en el cuerpo. Sin profundizar en los aspectos médicos y científicos es claro ver por qué los mayores niveles de cortisol causan un envejecimiento más rápido. La disminución de los niveles de cortisol a través de una práctica regular de meditación tiene por lo tanto, un profundo efecto de anti-envejecimiento en el cuerpo.
Beneficios espirituales Ya hemos aludido a muchos de los beneficios espirituales de la meditación. El cambio neuroquímico del cerebro que ocurre paulatinamente a través de la meditación, nos permite llevar una vida más consciente y pacífica. El tiempo dedicado a la meditación es como una cita diaria con la Divinidad y de todas las cosas que haces diariamente, nada es más importante que el tiempo pasado con la Divinidad. Haz de esta cita lo más importante de tu día
El poeta y místico sufi del siglo 13 Rumi, escribió:
"Hay cientos de maneras de arrodillarse y besar la tierra."
Es decir, hay muchas maneras de lograr los beneficios de la meditación en nuestras vidas. Para algunos, sentarse diariamente en un "cojín de meditación" puede no ser su camino. Otras formas de lo que llamamos meditación en movimiento tienen efectos similares en la mente y el cuerpo. Las prácticas como Tai Chi, Yoga, Chi Gong, cuando se practican con regularidad pueden inducir efectos similares a una práctica diaria de meditación. El secreto está en mantener la mente consciente durante la práctica. También el caminar en la naturaleza, sentir los árboles, la brisa, los sonidos del bosque es una experiencia meditativa. Y sentarte con una persona en silencio sintiendo su Presencia, leer a maestros espirituales, ayudar y servir a quienes lo necesiten, todos esos son caminos hacia la paz…son otras maneras de de arrodillarse y besar la tierra.
Rumi también escribió: "Lo que nueve meses hacen para que el embrión Cuarenta mañanas de levantarse temprano lo harán para cambiar tu conciencia " Lo que implica Rumi es que hay milagros que nos esperan cuando hacemos un compromiso con una práctica espiritual diaria, cuando respondemos la llamada a la quietud.
Tenemos la tendencia a establecer metas cuando nos situamos en una nueva aventura. Es importante que no juzgues tus experiencias meditativas. Simplemente date cuenta de ellas y déjalas ir. Así como cuando comenzamos una rutina en el gimnasio y nos damos cuenta de que algunos días son muy buenos y otros son menos eficaces, así pasa con la meditación. Al final, cada sesión es "sólo otra sesión."
La experiencia en la meditación es sólo una experiencia. Lo que realmente va a cambiar es la forma de ver nuestra vida. Lo importante es cómo vivimos cada día, momento a momento, independientemente de nuestras experiencias personales en el cojín de meditación. En un experimento en que personas que meditaban eran conectados a un monitor de encefalograma, algunos reportaban que su meditación había sido "mala". Pero en realidad las gráficas mostraban que habían estado en un estado muy profundo de meditación. El haber sentido de que su meditación era pobre pudo haberse debido al hecho de que durante la meditación, su subconsciente fue capaz de liberar algunos patrones mentales perturbadores desde el subconsciente. Estas experiencias pueden ocurrir durante la meditación y son una gran cosa, ya que en ocasiones lograr ver esos patrones mentales tan arraigados puede tomar años de psicoterapia. Esta es una de las razones por la que es tan importante el ejercicio de no juzgar nuestra práctica. La meditación es una práctica... una práctica para la vida diaria. El no-juicio, la buena salud, la bondad y la paz mental son sólo algunas de las ventajas que obtenemos a medida que integramos las experiencias de la práctica a la vida diaria. No pasará mucho tiempo antes de que notes los efectos de la práctica. No es raro que tus amigos y la familia lo perciban antes que tu Cuando Meditar El mejor momento para comenzar tu práctica de meditación es ahora. Si estás pensando que sería mejor esperar hasta mañana, estás tomando un gran riesgo. Tu mente siempre va a crear obstáculos para evitar la práctica. Tu mente y tu ego prefieren que la vida no cambie, que siga igual, tal y como es. Pero dentro de ti existe un impulso, un impulso profundo de intentar cambiar tu vida porque intuyes que la vida te puede ofrecer algo más de lo que ya conoces. Este impulso te lleva a intentar un cambio, es un llamado de tu alma para despertar.
Por supuesto que hay momentos del día que funcionan mejor para ti que para otros. Pero ese no es realmente el punto, lo importante es hacer la práctica.
Para la mayoría de la gente lo mejor es hacer la meditación temprano en la mañana, en las primeras horas del día el mundo que nos rodea está todavía en silencio y todo está más quieto y en paz. Sin embargo hay personas que son mas nocturnas y prefieren hacerla hasta la noche. El problema a veces es que al final del día, hay muchas más distracciones. Tu debes encontrar el momento y el lugar que te funcione y hacer un compromiso contigo mismo. Puedes meditar una hora, media hora, 15 minutos.. tu decides.
Con el tiempo la meditación se convertirá en la cita más importante de tu día y llegará un momento en que no querrás vivir sin ella.
CÓMO MEDITAR El tema de "cómo meditar" es bastante simple. Es tan simple que ofrecer clases de meditación parece casi innecesario. Meditar es básicamente estar en el momento presente, descansar en el “ahora”, sentir tu Presencia, la vida que está pulsando en ti momento a cada momento y relajarte en ella.
Es darte cuenta de lo que está ocurriendo dentro y fuera de ti, y sentir que tú eres el espacio inmenso donde todo ocurre. Es observar cómo surge el miedo, el enojo en tu interior, es permitir tu confusión, es observar el dolor en tu cuerpo. Es abrazar todo aquello sin juzgarlo o quererlo cambiar.
Meditar es escuchar el sonido del silencio entre todos los sonidos que te rodean, es escuchar el llanto del mundo y abrazarlo en tu corazón. Es volverte parte del océano de la existencia, es fundirte en ese Océano.
Es sentir que tú eres el amor que te creó y te sigue creando a cada instante….es esta respiración…